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EENV24.2. ¿Por qué una educación ecosocial?

Por Paula Martín-Lunas, de la FUHEM (Fundación Hogar del Empleado).

Emprendemos un viaje en el que hemos de elegir destino (Norte de España, Sierra, Granada o costa levantina) y acompañantes. Realizamos una divertida dinámica que nos lleva al viaje de la vida real, en la que nos encontramos en una crisis multidimensional. Nuestro viaje lo realizamos en un contexto determinado, dentro de unas estructuras culturales y sociales, en las que tenemos un conocimiento determinado de la realidad. Nos preguntamos juntas: “¿Qué conozco, qué sé de…?” La crisis crimática, la crisis de recursos, la crisis de biodiversidad, la crisis de cuidados, la crisis económica y la crisis social. Nos los planteamos personalmente; lo compartimos en parejas. [Tratamos de generar un espacio de diálogo en que nos miramos cara a cara, que es la fuente de generación y compartición más original de conocimiento y que creemos necesario recuperar en las aulas.]

En un diálogo se dice: La crisis social está íntimamente relacionada con la educación: Necesitamos una educación que no esté en la carrera del éxito sino en la carrera de la eliminación de la ignorancia (Paloma).

Nos mezclamos, nos remezclamos, nos escuchamos, nos oímos, nos abrimos a explorar con otros, y nuestra visión se hace poco a poco más rica.

En otro diálogo cualquiera: Las mujeres que tienen que trabajar y cuidar van asfixiadas; los hombres que no cuidan parecen unos “privilegiados” en cierto sentido, pero son unos “empobrecidos” en otro (Olga).

“Piensa, comenta, comparte”. Lo hacemos -observa Laura “desde fuera”- con pasión, con interés, con escucha activa, con mirada atenta, comunicándonos verbal y no verbalmente.Nos hacemos conscientes de lo que sabemos …que es lo que configura nuestros esquemas mentales. Nos escuchamos tanto sepamos más o menos de eso, hayamos hablado -“expertos”- del tema o habiendo sido -lo que hayamos entendido- de oyentes. Nuestra forma de vivir occidental nos está llevando a la muerte; la crisis climática nos está haciendo conscientes de ello, planteándonos muchas preguntas, haciéndonos pensar.

El petróleo, del que nuestro sistema económico depende totalmente, está agotándose; no vamos a poder vivir como estamos viviendo ahora. La naturaleza tiene límites; no es infinita. Esos límites los estamos traspasando, pensando que vivimos en un mundo de recursos finitos. También se está haciendo escaso el cobre.

Vivimos pequeños cambios sobre los cuales nos hacemos ideas bastantes erróneas de la realidad. A veces también emprendemos cambios cambios de forma compulsiva e irreflexiva, sin medir las consecuencias negativas, “colaterales”, de esas nuevas formas de vivir en las que nos queremos adentrar.

Se trata de una crisis multidimensional, donde todas las dimensiones están íntimamente interrelacionadas. También estamos interrelacionados los pueblos y las personas, de todos los lugares de la Tierra. Nuestros estilos de vida -de ricos, de un poco pobres quizás entre los ricos del mundo- cuestan caro en otros lugares del mundo; o cambia nuestra forma y ritmo de vida, dos tercios de la población se hunden en la miseria, mientras que entre los ricos, lejos de optar por un acuerdo transformador ensalzan el “sálvase quien pueda”. Hay muchos elementos estructurales, pero está en nuestro poder el cambio desde nuestro día a día. El guión no está escrito; muchas cosas ya han cambiado -como el fin de la esclavitud- y podemos cambiar desde nuestras vidas, en las cuales tiene mucho que ver cómo optamos por relacionamos unas con otras.

Las energías renovables no permiten mantener el ritmo de vida que llevamos actualmente, y su implantación y desarrollo requerirá del petroleo, cuya reserva estratégica no estamos previendo. Vamos a tener que bajar un escalón en la escalera. Lo podemos bajar de forma inteligente o de golpe y de forma imprevista. No bastan los parches; en la inevitable crisis muchos se van a quedar en la cuneta. Hemos de ponernos a pensar, a dialogar y a transformar juntas, como en el caso de la transformación del tren de alta velocidad en Japón.

Nuestra desconexión con la naturaleza está a la raíz. En la naturaleza no hay basura, todo es tecnológicamente avazadísimo y sostenible, circular, cuidadoso, vital y vivo. Los recursos más importantes los tenemos dentro y la clave es ponerlos en juego. El corazón es nuestro recurso más potente y nunca se agota. Ponemos poner creativamente corazón en todo lo que hacemos y vivimos, desarrollando nuevos inventos como el heartphone de que nos habla Elena, que siempre nos conecta en profundidad. El verdadero recurso no está fuera, ni en el petróleo, sino en nuestro interior.

Esto tiene que ver mucho con los cuidados. El patriarcado difícilmente ve su valor, no quiere ver nuestra vulnerabilidad y fragilidad, no suele cuidar a no ser que sea para obtener dinero, y nos distrae hacia los bienes externos llevándonos al olvido del gran tesoro que somos las personas compartiendo y ayudándonos.

Vemos crisis de la sociedad occidental en lo externo, pero ésta es inseparable de una crisis de valores, interior, y quizás esta sea aún más básica e importante, en la que hemos de ser resueltamente valientes para luchar. El cambio pasa por un cambio de mirada, y por pasar del individualismo y la fragmentación (globalizados) a pensar y vivir juntas. Desde aquí podemos tenemos la oportunidad de tomar decisiones cotidianas, personales y colectivas, en todos los aspectos de nuestras vidas, que son extraordinariamente potentes para cambiarnos internamente y con los que convivimos, transformando así, en concreto, el mundo entero –pensemos global y actuemos local-. El autocuidado es también fundamental para valorar el cuidado, y el aprecio y afirmación de quienes somos, de nuestra persona, siempre más que trabajadores, votantes, consumidores, ciudadanos,… He la clave de la lucha por un mundo con valores.

La FUHEM intenta hacer conscientes a los alumnos de que somos interdependientes y ecodependientes, y de que cuidándonos a nosotros, unos a otros y al planeta, podemos ser agentes activos en las transformador del mundo. Esto es lo que pretende la educación ecosocial, abordando desde esta conciencia todas las materias y todos los aspectos de la enseñanza-aprendizaje. Esto es lo que trata de hacer la FUHEM –www.fuhem.es-, tanto en su dimensión investigadora como en sus 4 centros educativos reglados y en toda su labor formativa y divulgativa.

Podcast (sólo audio): https://music.youtube.com/watch?v=BXtqXQ1MqwI&list=MLPT

Vídeo de la sesión en Youtube:

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