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EENV24.1. Cien años de Lorenzo Milani

Por Antonio Oria de Rueda, de Amigos de Milani.

Carta a una maestra (1965) es una obrita que todo pedagogo debería leer hoy. En ella, Milani denunció las injusticias del sistema educativo italiano (y occidental). Desgraciadamente no logró todas las transformaciones que anhelaba, por las que tan intensamente -y vehementemente a veces- luchó, pero cuando volvemos la vista a su vida y a su experiencia, especialmente en la Escuela de Barbiana, podemos encontrar una luz, un ejemplo vivo y una fuente de inspiración que sigue sigue transformando la educación hoy.

Sus Experiencias pastorales (1957) recogen gran parte de sus vivencias. Milani busca de joven la belleza y no la encuentra. En ese búsqueda se convierte al cristianismo y luego se hace sacerdote.

En la Parroquia de San Donato, en Calenzano, comienza a desarrollar, tras un profundo análisis de la realidad, “La Escuela Popular”, un espacio en que acoger y evangelizar a los obreros, alternativa a las casas comunistas también habituales en las ciudades italianas a principios y mediados del Siglo XX. Denuncia la petición de voto para la Democracia Cristiana del arzobispo de Florencia, a raíz de la cual es enviado al pequeño y despreciado pueblo rural de Barbiana. Allí dedicará el resto de su corta vida -murió a los 55 años por enfermedad- a una educación de calidad para todos, especialmente para aquellos niños y aquel entorno empobrecido y cotidianamente despreciado por las instituciones públicas y la burguesía de su tiempo. Siempre será independiente y no se alineará políticamente con nadie, con ninguna ideología ni grupo político.

“¿Por qué yo siendo un pobre campesino tengo una escuela tan mala y el señorito rico tiene todos los medios?” Es lo que Milani se plantea al estar con los niños de Barbiana, y ante lo cual decide desarrollar una escuela participativa y de calidad los 7 días de la semana, las 24 horas al día, compartiendo la vida con los alumnos y alumnas, con la gente del pueblo. Que nadie quedara atrás: hasta que el último no lo ha entendido la clase no sigue. A diferencia de los señoritos, el hombre y la mujer rural tendrán y sabrán utilizar la palabra, el diálogo, el razonamiento; por esto apostó Milani, en una pedagogía original y propia, dialógica y anclada en la actualidad de la vida.

El periódico se leía día a día en clase, lo que daba seguridad a los alumnos en medio del mundo; los alumnos de Barbiana saben lo que está pasando en el mundo y puede hablar con criterio de ello. Milani también leía públicamente las cartas que recibía, elaborando la respuesta dialógicamente con los alumnos.

En esta escuela se trabajaban materias teóricas, pero también oficios, en uno de los primeros antecedentes de la actual formación profesional.

Los amigos de Milani eran invitados habitualmente a la escuela, …a ser preguntados por los alumnos, comenzando por explicar quiénes eran.

Las lenguas se aprendían de modo básico, en vistas a la comunicación real en la vida.

Los alumnos y alumnas se hacían conscientes de la propia dignidad, y se equipaban para vivir la vida real con libertad y criterio propio transformando la sociedad y el mundo.

A los padres, que necesitaban del trabajo de sus hijos, Milani les atraía ofreciendo que se preparaban para los exámenes oficiales de F.P.

En Carta a una maestra, escritura colectiva de sus alumnos, éstos critican el abandono que padecen por parte de la escuela pública.

Puede verse la presentación “100 años de Lorenzo Milani” en Prezi.com, del propio ponente Antonio de Rueda.

La jerarquía católica castrense de la Toscana, en 1965, publican una crítica a la objeción de conciencia militar. Milani, con los alumnos, les responde con mucha audacia, irónico humor y expresión sutil en una carta. Se la publica -tras rechazo de otros medios- un periódico comunista Renacitá. Le denuncian “por ir contra la patria”. Responde en una Carta a los jueces, que comienza con un I care (“me importa” y “lo cuido”), opuesto al fascista y actual “me resbala” o “me la pena”. Esto es lo básico y primero que hemos de conseguir hoy en la educación, en medio del mundo semi-virtual en que nuestros jóvenes frecuentemente viven. Defiende la obediencia a algo superior, la desobediencia a las leyes que se cree razonadamente que son injustas, arrostrando con las penas que la propia ley injusta prevee. Clama que todos somos soberanos, que la obediencia ya no es una virtud, que cada uno ha de sentirse responsable de todo; sólo así es posible vivir de una manera acorde a la propia dignidad y la construcción de un mundo más justo.

Con motivo del centenario de su nacimiento (2023), los Amigos de Milani han publicado el libro No hemos odiado a los pobres, que recoge y traduce al castellano muchas de sus cartas. Esta asociación pedagógica publica también la revista Educar(nos). Se publica cuatrimestralmente en amigosdemilani.com.

En España, un centro de formación profesional escolapio y la Fundación Peñascal se inspiran directamente en la pedagogía de Barbiana. En la Universidad de Gerona hay un grupo hay un grupo de estudio de este pedagogía. José Luis Corzo es posiblemente el mayor conocedor de Milani en España.

Su vida y escritos fascinó, entre muchos, Pier Paolo Passolini, que ve en la poesía de Milani la transformación del odio en amor. En Italia todo docente conoce bien a Milani y mayoritariamente ha leído Carta a una maestra, aunque también tiene sus detractores. A los alumnos frecuentemente les suena, y existen muchos colegios que llevan su nombre.

Preguntado por cómo hay que hacer una escuela como la de Barbiana, responde que la pregunta no es esa, sino cómo hay que ser. Ello nos hace pensar en los procesos de selección de los docentes, que no buscan eso, sino otras cosas. Una clave clara es la escucha. No debe tener la primacía la voz del profesor, como en el S. XIX, sino los alumnos. Una nueva concepción del espacio educativo también es importante: Milani ponía las mesas en el campo. También cambiaba frecuentemente el plan de las clases cuando se presentaba una oportunidad para el aprendizaje, por ejemplo con ocasión de una visita. A la Escuela de Barbiana los alumnos querían ir fervientemente porque no eran tratados como inútiles ignorantes y siempre pasaban cosas, reales, relacionadas con la vida. Los propios alumnos -Milani nunca daba “clases”-, cuando dominaban una materia, eran los que enseñaban, ayudaban a aprender a los más pequeños.

También podemos tomar de Milani su “exquisita mala leche” ante las injusticias del día a día, de la realidad social y de sistema educativo. Reflexiones que el ritmo de vida que llevamos a veces no nos deja energía para rebelarnos. Esta falta de energía requiere que nos planteemos “¿Qué te pasa?”, próximo libro del ponente, y, por tanto, cómo está organizada en nuestra y vida y con qué intención se nos está organizando así, de manera plenamente intencional por el sistema económico y político actual. La propia soberanía es clave, y garantizarse una autosufiencia para poder ser siempre nosotros mismos, sin tener que plegar, recortar, subordinar, …nuestra humanidad ante nada ni nadie.

Podcast (sólo audio): https://music.youtube.com/watch?v=IyK6xL2OaMI&list=MLPT

Vídeo de la ponencia de Antonio Oria en Youtube:

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